Reforma de la Plaza Planilla_Hormigón
Tras el vaciado, replanteo y encofrado hace su aparición en obra el hormigón armado. Este es a la vez contenedor, soporte y acabado. Su cualidad formacea nos permite libertad de formas, limitadas unicamente por la necesaria rigidez de su encofrado. Escaleras, muros, bancos y solados se moldean previamente a la espera del vertido.
Una vez desencofrado el material admite nuevos trabajos, abujardado, bruñido, lavado, etc.
En ocasiones, ante un fallo de encofrado y con el hormigón aun fresco, la rapidez de decisión en obra permite repensar acabados el los cuales el material siempre responde ofreciendo su mejor cara.